Puedo Llegar Tarde a La Santa Misa

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¿PUEDO LLEGAR TARDE A MISA? El Catecismo señala en su punto 2042 que hay una obligación importante para el cristiano católico: “Oír Misa ENTERA los domingos y demás fiestas de precepto”. No sólo es el tercer mandamiento de la ley de Dios, sino que es el primer precepto o ley de la Iglesia. Es importante que nos quedemos con estas palabras: “MISA ENTERA”. Debemos participar de la misa completa los domingos y las fiestas de guardar. Falta a este mandamiento también quien llega tarde a misa. Si se llega tarde, la misa no vale. ¿Qué no decir de la persona a la que regularmente y/o por costumbre le gusta llegar tarde a misa? Tener el hábito de llegar tarde es sinónimo también de despreocupación y la persona es culpable de acedia. Se denomina propiamente acedia o acidia a la pereza en el plano espiritual y religioso y esto ya es pecado muy grave y en estas circunstancias, antes de comulgar la persona se debería confesar.    Mientras haya pecados mortales o graves no se puede comulgar, así se

Oración con la Corona de Adviento, Para Los Cuatro Domingos,


Visión General
El contenido de la Oración con la Corona de Adviento de CRS está inspirado en las palabras del Papa Francisco, y diseñado como una herramienta para profundizar en el significado del Adviento. La Oración con la Corona de
Adviento de CRS es una actividad semanal para compartir en familia o en comunidad, en persona o de manera virtual.

Cada semana, al encender la vela de tu corona de Adviento, lee las historias reales de nuestros hermanos en diferentes partes del mundo y reflexiona cómo la esperanza, la fe, la alegría y la paz se vienen anunciado y encarnando día a día alrededor del mundo.

En estas cuatro semanas de Adviento, preparémonos juntos para recibir a Jesús nuevamente develando algunas de las muchas oportunidades que tenemos para verlo venir a nosotros, alimentados de esperanzas y sueños para un nuevo futuro.

Bendición de la Corona de Adviento

Dios de Bondad, bendice nuestra corona de Adviento,
Que su forma circular nos recuerde tu amor infinito y tu llamado a que vivamos como una comunidad global.
Que sus ramas verdes despierten en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo y nos animen a llevar esperanza entre quienes más la necesitan.
Que sus velas sean símbolo de la fe que nos anima a ser testigos de tu Hijo.
Que el compartir de nuestros dones en este tiempo sea fuente de alegría,
Y que al celebrar este Adviento recibamos con corazones abiertos la paz que viene de ti para así llevarla a todos los rincones de la tierra.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén


Oración para Encender la Vela
Dios de Bondad, te pedimos bendigas nuestra corona de Adviento, para que sus ramas verdes despierten en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo y nos animen a llevar esperanza entre quienes más la necesitan. Amén

"La gracia de Cristo, que lleva a su cumplimiento la esperanza
de la salvación, nos motiva a cooperar con él en la construcción
de un mundo más justo y fraterno, en el que todas las personas
y todas las criaturas puedan vivir en paz, en la armonía de la
creación originaria de Dios”

Una Historia de Esperanza
Gloriose Uwamahoro y su esposo Karekezi viven en Kigali, Ruanda, y como muchos, saben lo que son las dificultades y el trabajo duro. Con la esperanza de enviar a sus tres hijos a la escuela, Gloriose vende verduras y agua en un quiosco y Karekezi vende verduras en un mercado. Muchas veces regresan tarde a casa pero se sienten bendecidos.

Su hija, como muchos niños de su pueblo, estaba desnutrida. Gloriose buscó ayuda y entró al programa Gikuriro, un proyecto de CRS financiado por los Estados Unidos para apoyar al pueblo ruandés a combatir la desnutrición. En Gikuriro, Gloriose aprendió a preparar comidas balanceadas, la importancia de la higiene y a cómo cultivar un huerto casero. Todos sus conocimientos los compartía con su esposo para que, juntos, pudieran mantener sanos a sus hijos.

Gloriose también se unió a un grupo de ahorros de CRS y aprendió cómo hacer crecer su negocio con préstamos. Ahora, ella y Karekezi sienten cada vez más viva su esperanza de enviar a sus hijos a la escuela pues sus ingresos han mejorado.

En el pueblo, los demás padres de familia también se han capacitado para ofrecer dietas balanceadas a sus hijos. Pero lo que Gloriose considera verdaderamente maravilloso y esperanzador es cómo, al participar en el programa, “se le ha dado voz a una mujer”, cuenta ella. “Antes no era común que una mujer hablara, o que pidiera prestado dinero, que lo usara para obtener ganancias y lo devolviera. Esto es algo por lo que hay que estar agradecidos”, añade.

Reflexión
1. ¿De qué forma hacemos visible nuestra esperanza día a día?
2. ¿Cómo puedes llevar esperanza a las personas que están cerca de ti? ¿Y a las que están lejos?


Oración Final
Señor, tú nos invitas a vivir la esperanza, y a compartirla con los más pobres de la tierra. Tú nos llamas a luchar contra la pobreza y el hambre constantemente, especialmente eliminando las causas que las provocan. Que la luz de esperanza que encendemos hoy no se apague en nuestros corazones y llegue a todos los que nos rodean. Amén



Oración para Encender la Vela
Dios de Bondad, te pedimos bendigas nuestra corona de Adviento para que sus velas sean símbolo de la fe que nos anima a ser testigos de tu Hijo. Amén

"La fe y el testimonio cristiano se enfrenta a desafíos tales, que sólo
uniendo nuestros esfuerzos podremos hacer un servicio efectivo
a la familia humana y permitir a la luz de Cristo llegar a todos los
rincones oscuros de nuestro corazón y de nuestro mundo”

Una Historia de Fe
Son las 5 a.m. en el pueblo de Xequemeyá, Guatemala y Raúl y Lilian comienzan su día. Lo primero que hacen es agradecer a Dios por todo lo que les ha dado: sus dos hijos, una tierra generosa y un negocio floreciente. Su historia comenzó con el sueño de prosperar y ayudar a su comunidad. Es su fe en Dios lo que los lleva a ser agradecidos y a enfrentar los retos de su vida diaria. “Todo se logra cuando te dispones a hacerlo”, comenta Raúl.

En su pueblo, la desnutrición es elevada, especialmente en los niños. La comunidad lucha contra la escasez de agua, una educación deficiente, la pobreza y el cambio climático. Raúl y Lilian trabajaban largas horas en su campo cultivando tomates, pero las enfermedades de las plantas y otros problemas destruían sus cosechas. Ellos se sentían cansados, pero no se daban por vencidos.

Lilian escuchó hablar de un programa de CRS donde ofrecían capacitación agrícola y educación nutricional para sus hijos. Allí aprendieron a mejorar y diversificar sus cultivos, y comenzaron a cultivar cebollas, chiles y naranjas pensando en un negocio. Tuvieron productos en abundancia, pero no les fue fácil venderlos.

Decididos a salir adelante, Lilian y Raúl participaron en el programa Nuestra Cosecha de CRS y se registraron para vender sus productos a escuelas locales. Contrataron a más personas para cultivar y empacar los alimentos. Hoy están orgullosos de poder ayudar a otros en su comunidad, especialmente a los niños. “Les ayuda a estar más fuertes y a aprender mejor, y a evitar la desnutrición en nuestro pueblo”, dice Lilian.

Su fe sigue animando a Raúl: “Ahora que he alcanzado mi sueño, deseo alcanzar otros más. Deseo expandir el negocio para que otras personas también se beneficien”.

Reflexión
1. ¿Qué impacto tiene nuestra fe en la forma en que vivimos y nos relacionamos con los demás?
2. ¿Cómo me lleva mi fe a responder a los retos que enfrentamos como sociedad?

Oración Final
Jesús, tú has unido en ti mismo la divinidad y la humanidad, en un único misterio de amor. Tú nos has
mostrado que el amor es la medida de la fe. Aumenta nuestra fe para que ya no podemos separar la vida de piedad del servicio a los hermanos. No permitas que ahoguemos sus voces en nuestras gargantas y danos el valor de ponernos de pie por todo lo que es justo y bueno. Amén


Oración para Encender la Vela
Dios de Bondad, te pedimos bendigas nuestra corona de Adviento, y que el compartir de nuestros dones en este tiempo sea fuente de alegría. Amén

"Con su testimonio de alegría y de servicio, ustedes hacen
florecer la civilización del amor. Demuestran con la vida que
vale la pena gastarse por grandes ideales, valorar la dignidad
de cada ser humano, y apostar por Cristo y su Evangelio”

Una Historia de Alegría
En Ahuachapán, El Salvador, algunos jóvenes se sentían desanimados. Sus familias se han dedicado
a la agricultura por generaciones, pero el cambio climático y la erosión del suelo han reducido
considerablemente las cosechas, y por lo tanto, también sus ingresos.

Edwin Carlos, de 17 años, deseaba apoyar a sus padres y a sus dos hermanitos pero no pensaba ser
agricultor. Sin embargo, cuando una maestra le contó cómo las nuevas técnicas y la tecnología estaban
cambiando la forma de cultivar la tierra y restaurar el medio ambiente, cambió de opinión. Él ahora sabe la
importancia de mantener distancia al arar y que no debe quemar el rastrojo porque daña la tierra y el aire.

El Salvador ha perdido el 75% de sus tierras fértiles por la tala de árboles y prácticas agrícolas perjudiciales, convirtiéndolo en un país con una inseguridad alimentaria alta. “El que sabe tiene la obligación de actuar”, dice Edwin Carlos. Él aprendió a aprovechar el agua y no desperdiciarla, así como a usar abono orgánico y otros recursos para nutrir el suelo y producir más y mejores cosechas.

Gracias al programa de CRS Raíces Ahuachapán, Edwin Carlos también aprendió a cultivar verduras en casa. Así como él, cerca de 1.200 familias comenzaron sus huertos caseros de verduras como cebollas, tomates, pepinos y calabaza. Ellos ahora están felices porque pueden comer lo que cosechan o vender los productos en su iglesia o en el mercado local para obtener ingresos adicionales.

“Los jóvenes reclaman un cambio”, nos recuerda el Papa Francisco. “Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente”. Gracias a programas como Raíces Ahuachapán, los jóvenes están convirtiéndose en agentes activos de ese cambio y llenando de alegría y entusiasmo los lugares en los que viven.

Reflexión
1. ¿Cómo podemos expresar nuestra alegría por recibir al Redentor más allá de los regalos navideños?
2. ¿Cómo compartes tu alegría con los que te rodean?


Oración Final
Señor, tu ángel anunció a los pastores que el Mesías había nacido y les dio como “señal” para encontrarlo: “un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre” y ellos se llenaron de alegría y fueron a buscarte. Hoy tú nos das como señal de tu presencia a nuestros hermanos que pasan hambre, tienen sed y buscan refugio. Ayúdanos a llegar a ellos con la alegría de los pastores. Amén


Oración para Encender la Vela
Dios de Bondad, te pedimos bendigas nuestra corona de Adviento, y que al celebrar este Adviento recibamos con corazones abiertos la paz que viene de ti para así llevarla a todos los rincones de la tierra. Amén

"Es necesario ser artesanos de paz. Nos lo pide este tiempo de
Adviento, de preparación para la venida del Señor que es el
Príncipe de la Paz… Hacer la paz es imitar a Dios, que cuando ha
querido hacer la paz con nosotros y nos ha perdonado, envió a su
Hijo a hacer la paz, a ser el Príncipe de la Paz”

Una Historia de Paz
El hogar es a menudo un lugar donde nos sentimos en paz, cómodos y seguros; algo que cuidamos. A
las afueras de la ciudad de Hoy An, en Vietnam, vive Trinh, una niña de 12 años, con sus padres y sus tres hermanos. Para Trinh, el hogar es donde se reúne su familia para jugar, comer y descansar. “Mi familia es lo más importante para mí”, comenta.

A Trinh le gusta ayudar con las tareas domésticas. Ella le enseña a Trang, su hermanita, cómo lavarse las manos y le ayuda con el trabajo escolar. A Trinh le gusta lavar la tetera, recoger los huevos de los patos e ir en su bicicleta por los medicamentos de sus padres cuando se enferman.

Es común verla a ella y a Trang atrapando libélulas y grillos. Como su casa está rodeada de arrozales,
cocoteros y bambúes, tienen muchos lugares para jugar. Pero la casa también está cerca de un río, y
cuando llueve, el agua entra a la casa arrasando con todas sus pertenencias y llevándose la paz de la familia. “Desearía tener una casa que no esté mojada o con goteras y que no se inunde”, dice Trinh.

En Vietnam, CRS trabaja con estudiantes como Trinh, capacitándolos sobre cómo protegerse ellos, sus
hogares y sus alimentos de las tormentas. Trinh y toda su familia han recuperado la paz pues se sienten
mejor preparados para los embates del clima. Ahora saben que, en caso de una tormenta, deben llevar las vacas a un lugar seguro y colocar los alimentos en estantes altos para que no se mojen o se pudran.
Pero lo mejor de todo es que Thrin y sus hermanos pueden seguir siendo niños y disfrutar de las cosas
simples como una cena. “Las comidas en casa son una de mis cosas favoritas”, cuenta Trinh. “Hacen que sienta calidez en mi corazón”.

Reflexión
1. ¿Qué podemos hacer para ayudar a la paz en el mundo?
2. ¿Qué haces para contribuir a la paz en el barrio, en la escuela, en tu lugar de trabajo?


Oración Final
Transforma, Señor, la muerte en vida y cambia el odio en amor, la venganza en perdón y la guerra en paz. Tú eres nuestra paz y por medio tuyo imploramos la paz para el mundo entero. Amén


FUENTE CRS 


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