San José Sánchez del Río fue un niño que se enlistó en las filas de los cristeros y que murió mártir en la persecución religiosa que sufrió México en la segunda década del siglo XX.
Nació el 28 de marzo de 1913 en Sahuayo, Michoacán (México).
En 1926, cuando se decretó la suspensión del culto público en su país por el gobierno de Plutarco Elías Calles, José tenía apenas 13 años y 5 meses.
En aquel tiempo, como respuesta a la legislación anticlerical que estaba orientada a restringir la libertad religiosa, laicos, presbíteros y religiosos católicos decidieron levantarse en armas en defensa de la fe y se les dio el nombre de Cristeros.
Se estima que fueron 250 mil personas las que perdieron la vida en esa guerra en ambos bandos.
“Joselito”, como se le conoce al pequeño cristero, pidió permiso a sus padres para enlistarse como soldado del general Prudencio Mendoza y defender la causa de Cristo y de su Iglesia.
Su madre trató de disuadirlo pero él le dijo: "Mamá, nunca había sido tan fácil ganarse el cielo como ahora, y no quiero perder la ocasión".
San José Sánchez del Río fue torturado y asesinado el 10 de febrero de 1928, a la edad de 14, por oficiales del gobierno de Plutarco Elias Calles porque se negó a renunciar a su fe.
Le cortaron la planta de los pies y fue conducido descalzo hasta su tumba. Mientras caminaba, José Luis rezaba y gritaba “¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!”.
Ante su tumba fue colgado en un árbol y acuchillado. Uno de los verdugos lo bajó y le preguntó qué mensaje le daba a sus padres. El niño respondió: “Que Viva Cristo Rey y que en el cielo nos veremos”. Ante esta respuesta, el hombre le dio un tiro en la sien y lo mató.
San José Sánchez del Río fue declarado beato en Guadalajara (México) el 20 de noviembre de 2005 por el Cardenal José Saraiva Martins, y canonizado en Roma (Italia) por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016 junto a otros seis beatos, entre ellos el argentino Cura Brochero.
En el año 2012 se estrenó Cristiada, una película que cuenta varios momentos de la Guerra Cristera y de la vida del Beato Anacleto González, San José Sánchez del Río y otros santos mártires.
Carta de San José Sánchez del río a su madre
Cotija, 6 de febrero de 1928.
Mi querida mamá: Fui hecho prisionero en combate en este día. Creo que en los momentos actuales voy a morir, pero no importa, mamá. Resígnate a la voluntad de Dios. No te preocupes por mi muerte, que es lo que me mortifica; antes diles a mis hermanos que sigan el ejemplo que les dejó su hermano el más chico. Y tú haz la voluntad de Dios, ten valor y mándame la bendición juntamente con la de mi padre. Salúdame a todos por última vez y tú recibe el corazón de tu hijo que tanto te quiere y verte antes de morir deseaba.
José Sánchez del Río.
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