Era el 30 de septiembre del año 420 cuando un venerable anciano, extenuado y cansado por el trabajo, entregaba su espíritu... pero no sin antes dejarnos una herencia invaluable y enriquecedora...
Eusebio Jerónimo Sofronio de Estridón, más conocido como "San Jeronimo"
Nos legaba (entre otras muchas cosas), la traducción latina de la Sagrada Escritura desde sus originales griego y hebreo. Esta versión bíblica es conocida como "la vulgata" (la traducción "popular", la versión del lenguaje "comprensible" para el pueblo). Hay quiénes dicen que éste es el motivo de celebrar durante septiembre el "mes de la Biblia".
Otros autores piensan que se debe, más bien, a la labor que dejó el religioso jerónimo español y converso al protestantismo, Don Casiodoro de Reina: Era el 26 de septiembre del año 1569 cuando se imprimió por vez primera la Biblia totalmente en español...
Sea cual sea la causa, estamos en septiembre... y celebramos el "Mes de la Biblia".
Muchas cosas podríamos decir de la Sagrada Escritura, sin embargo, nos detendremos sólo a responder la pregunta que titula nuestro post: ¿Qué Biblias debemos leer los católicos?
Frecuentemente llegan a nosotros, por los más diversos y variados medios, textos escriturísticos de los cuales no conocemos su procedencia ni quiénes son sus autores...
Para evitar confusiones, para aclarar qué versiones han sido aprobadas por la Iglesia y saber cuáles podemos leer con confianza, con certeza ortodoxa (apegada a la sana doctrina), y con provecho, presentamos un listado de las traducciones españolas católicas más frecuentes y disponibles en nuestras librerías "Casa del Catequista":
Biblia Latinoamérica (mal llamada "latinoamericana").-
Obra de la Sociedad Bíblica Católica Internacional (SOBICAIN). Se trata de una de las versiones más económicas. Tuvo su apogeo editorial en la década de los ochentas y noventas. Aunque se trata de una traducción adaptada al lenguaje "latinoamericano", ha sido acusada de contener pobres notaciones explicativas y de estar fuertemente influenciada por la teología de la liberación.
Biblia de América.-
Obra de la Editorial "Casa de la Biblia"; traducida por un grupo de 30 especialistas y adaptada por cuatro biblistas latinoamericanos (entre ellos destaca Mons. Carlos Aguiar Retes, Obispo de Tlalnepantla y Presidente de la CELAM en el periodo 2011 - 2015). Se trata de una versión didáctica, comprensible, suficientemente fiel a los textos originales y, a la vez, cercana al pueblo.
Biblia de Jerusalén.-
Obra de la Escuela Bíblica de Jerusalén y de la Editorial Desclée de Brouwer (Bilbao). Valorada como la versión “de estudio” por sus excelentes notas a pie de página y por ofrecer la más fiel traducción a los textos originales griegos y hebreos. Lamentablemente, es de las versiones bíblicas más onerosas. También existe una versión "latinoamericana" de esta Biblia, con un lenguaje más cercano a nuestra forma de hablar...
Biblia Temática.-
Su autor es el Jesuita Luis Goodtsseels. Ofrece, pero dividida por temas, la traducción de la Biblia de Jerusalén. Esta Biblia resulta muy útil para el trabajo pastoral, encontrando con mucha facilidad, los textos afines o con temática semejante tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.
La Biblia de Nuestro Pueblo (Biblia del Peregrino / América Latina).-
Traducida por Luis Alonso Schökel (Sacerdote Jesuita español, muerto en 1998) y su equipo. Con comentarios de corte pastoral a cada pasaje bíblico
La Biblia Católica para jóvenes.-
Obra de la Editorial Verbo Divino. Muy colorida, su diseño es muy creativo; con notas, mapas, oraciones y temas apropiados para la juventud.
Sagrada Biblia (Recuerdo de Primera Comunión, Confirmación, Quince Años y Matrimonio).-
Obra de la Editorial San Pablo. Aunque no es de las traducciones más leídas, sí es una que circula mucho por su presentación, muy apropiada para eventos sacramentales.
Sin duda que existen otras versiones católicas de la Escritura. Nunca se olividen de constatar, para su sana lectura, de que en las primeras páginas deben tener el labelo canónico "nihil obstat" (que significa "nada obsta" o "nada en contra"), y la firma de un Obispo Católico con la palabra "imprimatur" (que significa "puede imprimirse").
y tambien de nuestra parte, fotos tomadas de Internet
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